martes, marzo 20, 2007

HISTORIA PERSONAL

HISTORIA PERSONAL COMO LECTOESCRITOR
EDWIN ALFONSO CALDERÓN LUNA
Taller de Lenguaje I - BELLAS ARTES
UIS

EL CAMPO

¡Siilenciooo! Al tiempo que se sonaba una regla encima del escritorio y que suspendía por un instante toda actividad para atender al llamado de atención y orden que mis padres solicitaban a los estudiantes de la escuela rural en que vivíamos, ya fuese para asignar una tarea, dar una instrucción respecto al tema, o para salir a recreo, lo que ansiaban todos dispuestos y corriendo a jugar. En una época donde quedaban vestigios del método: “la letra con sangre entra” y en la que los padres encargaban sus hijos a los maestros con autoridad de corregir y castigar con toda libertad, sabiendo anticipadamente que un “rojo” en la libreta de calificaciones implicaba lágrimas.

Cuando se combinan las aulas de clase con el campo surge una fusión perfecta, un poco romántica por el clima y otro tanto idealizada por la naturaleza, generando un entorno saturado de formas y matices, para que una personita como yo creciera en pleno contacto con el mundo a su alrededor. El día estaba lleno de actividades que fluían de la imaginación y la noche era alumbrada a la luz de las velas; aunque en realidad nos acostábamos a dormir bien arropados con cobijas de lana casi a la par que las gallinas subían al gallinero. Pero eso sí, después de una comida con caldo y arepa de maíz o plátano asado a la brasa o el rescoldo de la ceniza.

Como olvidar los viajes a las casas de los vecinos que por la distancia eran como pequeñas excursiones, y los tiempos de invierno y verano especificados bien con cambios de luna y nombres de santos del almanaque la cabaña, que para mi fortuna no coincide mi nombre con el del santo de mi fecha de nacimiento. Los días de lluvia, en que más tardaba en empezar a llover y pedir permiso, que estar jugando en la cancha de la escuela futbol con mis hermanos en pleno barrial hasta quedar bañados en lodo de pies a cabeza y habernos reído hasta la saciedad en cada caída o estrellada, celebrando haber metido un gol en pleno duelo donde mantener el equilibrio era casi imposible; mientras seguía cayendo agua y crecían los caños que podían ser un remate final de la diversión. Las imágenes son imborrables porque se adhirieron al alma y se volvieron más significativas con el tiempo.

En medio de la diversión alcance a ser interceptado por Nacho Lee y para completar el cuadro por falta de un maestro tuve dos, aunque a veces, mis padres mezclaban los castigos como hijo con los de condición de alumno. En realidad fueron traumáticas las tablas de multiplicar que nos enseñó mi papá preguntándolas en clase con una regla en la mano. Mi mamá en cambio repetía con frecuencia “utilicen los recursos del medio”; teniendo en cuenta que en el campo no existe papelería en la esquina y los collage se componen con hojas y elementos de la naturaleza y si se acabó el pegante, de todas formas se puede utilizar yuca para preparar almidón y pegar. Pero fue vital algo que yo llamaría inspiración, porque aunque no entendía muchas cosas sin embargo tomaba libros de la biblioteca e intentaba leerlos. La fusión entre lectura de mundo y lectura de la palabra se recreaba en actividades de contexto campo.

EL PUEBLO

“El túnel”, llamaría a todo lo que pasé para seguir estudiando debido a situaciones familiares que parecían no tener salida y aunque en mi corazón tenía aspiraciones y sueños como si simbólicamente pudiera decirse que un águila sabe que un día volará muy alto, en medio del camino un día creí que todo había finalizado, que todo se resumía en ser un sencillo obrero de campo. Afortunadamente el universo conspiró a mi favor y lo demás era cuestión de asir con ahínco. Si hubiese sido fácil decidir en ese entonces como lo es hoy, pero tuve que abrir senda en medio de vientos contrarios y remar hasta llegar a la otra orilla, al estilo discípulos de Jesús atravesando el mar de Galilea. En ese tránsito leí María de Jorge Isaacs, La Rebelión de las Ratas de Fernando Soto Aparicio, Don Quijote de la mancha de Miguel de Cervantes Saavedra, Iliada y Odisea, Homero, El Túnel de Ernesto Sábato, Siervo sin tierra, Eduardo Caballero Calderón, El cantar de Mio Cid, Anónimo, Cien años de soledad, Cronica de una Muerte Anunciada y Doce cuentos peregrinos de Gabriel García Márquez, El viejo y el mar de Ernest Hemingway, El principito de Antoine de Saint-Exupéry, La Biblia entre otros. Caminé con ellos por todos los lugares y sufrí sus penas. Solamente escribía para realizar trabajos de colegio entre algunos cuentos y poesías como pequeños intentos de generar algo propio. La balanza se inclina hacia la lectura más que hacia la escritura hablando de escritura como algo de mi propia autoría.

Agradezco los maestros que me inspiraron, los que alimentan sueños y expectativas de vida, los amigos de colegio que llenaron un espacio imborrable en medio de un pueblo cacaotero donde los caminos se cruzan como si se tratara de una familia un poco más grande. Fueron instantes muy significativos que han arrojado luz para el futuro, originados por personas inolvidables.

LA CIUDAD

El alma de los poetas, de los amantes de la literatura y como los espíritus se encuentran por afinidad, definitivamente Dios los cría y ellos se juntan prevaleciendo en el tiempo y la distancia. Embebido de Mario Benedetti, José Asunción Silva, Pablo Neruda, Rubén Darío entre otros de poesías selectas; arrimado a la Revista Gaceta; deleitado con Desayuno en Tiffany’s de Truman Capote, El alquimista de Paulo Coelho, , Lobo Estepario de Hermann Hesse , El retrato de Dorian Grey de Oscar Wilde; iluminado por la Biblia y contiguo a Tomas Harris, Humberto Eco, Charles Dickens, Brian Weis, Juan Jacobo Rousseau, y con la puerta abierta dispuesto a embriagarme con todos los que alcancen a entrar mientras haya vino. Todo esto mientras asistía a la universidad en la ciudad del oro negro.

En la actualidad busco en la lectura y la escritura extracto para destilar todas sus esencias.

1 comentario:

PFC - ENSB dijo...

Por favor lea con mucha atención dos de los trabajos de sus compañeros. Exprese sus observaciones en relación con el contenido y la calidad de la redacción, justifique con argumentos académicos sus apreciaciones Luego si realice la autoevaluación cualitativa y cuantitativa de su trabajo.
Escriba su nombre cuando realice el comentario y también cuando exprese su autocalificación, además el código de su grupo, estos datos ayudan a tener mucha claridad al momento de realizar la planilla definitiva de notas para el INSED
Gracias
German Chapeta
Tutor INSED-UIS