sábado, marzo 10, 2007

HISTORIA LECTOESCRITORA


HISTORIA PERSONAL COMO LECTOESCRITORA
MARIA MARGARITA DELGADO AVENDAÑO
Taller de Lenguaje I - Carrera de BELLAS ARTES
UIS


TABLA DE CONTENIDO

PREFACIO
1. ANTES DE IR A LA ESCUELA
1.1. Contexto Familiar
1.2. Mi infancia y Compañía Ltda.
1.3. Primeros Pinitos Escritores
2. DURANTE LA VIDA ESTUDIANTIL
2.1. Jardín
2.2. Primaria y Bachillerato
2.3. Universidad
3. AHORA
3.1. Contexto para el estudio de una Carrera a Distancia
3.2. En medio del Reto
CONCLUSION


PREFACIO
El asunto de evocar mi historia como lectoescritora, genera en mí una ambivalencia de sentimientos, por un lado un placer afectivo muy grande de recordar la infancia y esos pinitos iniciales de comprensión y aprehensión de un asombroso mundo y por otro lado la frustrante sensación de no saber como expresarlo en palabras y de tener que poner por escrito lo que no ha pasado de ser pensamientos y recuerdos. Pero bueno, este es mi intento.

1. ANTES DE IR A LA ESCUELA
Me inicié como dice el autor Paulo Freire "como todo el mundo se inicia", leyendo primero el mundo en el contexto de mi hogar paterno. En los pocos recuerdos que conservo hasta mis tres años, el mundo lo leí como una mezcla de imágenes que quedaron detenidas en mi mente asociadas a los fuertes sentimientos que ellas aún evocan.

1.1. Contexto Familiar
Mis padres quienes no pasaron del quinto de primaria, lograron educar a sus hijos en medio de un ambiente favorable hacia el estudio y el aprendizaje ya que ellos mismos ejemplificaron el gusto por el mejoramiento continuo, él a través de la escucha de un viejo radio de bandas que lo transportaba a diferentes países y culturas y ella a través de una pasión por la lectura que aún en sus seniles años conserva.

Mi madre leía por las noches cuando llegaba la hora de dormir y eventualmente hacía pasar a cada uno de sus hijos por el ritual de la lectura nocturna en voz alta acostados todos rodeándola en su cama, mientras ella corregía al lector que casi siempre caía en algún error como "comerse" alguna palabra o leerla mal, acto que me parecía "mágico" ya que yo en mi tierna mente, no lograba entender como ella podía hacerlo sin estar viendo lo que leíamos.

Le gustaba contarnos de su época de soltera en que frecuentaba las grandes bibliotecas de las casas de los amigos de mi abuela, las historias y novelas que había leído y yo desde entonces quise imitarla.

1.2. Mi infancia y Compañía Ltda.
En el marco de mi hogar paterno, me correspondió ocupar la postrera pero honrosa posición de hija menor después de otros diez hijos. Hago de entrada esta alusión, porque fue precisamente gracias a esta posición de hija menor en una numerosa familia, que tuve la oportunidad desde pequeñita, de presenciar y disfrutar la multiplicidad de conceptos, opiniones y verbalizaciones del mundo que a mi alrededor se elaboraban entre 12 o a veces casi 14 personas (si incluyo a las mujeres que ayudaban a mi madre con la crianza y las labores de la casa).

En medio de ese tremendo barullo familiar, puedo decir que desde el menor escalón acompañé en sus diferentes momentos como simple testigo, a todos mis hermanos y hermanas en sus propias iniciaciones académicas y me nutrí de todas sus experiencias sumándolas a mi propia vida como previas.

1.3. Primeros Pinitos Escritores
Creo que viendo estudiar a mis hermanas en sus pupitres caseros, que en ese tiempo se usaban, fue que empecé a anhelar con todas mis fuerzas, el momento mágico en que yo también sabría leer y escribir y podría adoptar esa aura pacífica y serena de placer que tenían ellas cuando lo hacían.

Como no podía aguantar los deseos de escribir también, con ingenua creatividad, decidí tomar algunos de los cuadernos que mis hermanos y hermanas guardaban en un mueble que llamábamos "seibó" (-?- primera vez que lo escribo) y con un lapicero cuidadosamente repisaba por detrás de la hoja, letra por letra, hasta cubrir por completo los párrafos que ellos escribían aunque no entendiera nada y ni siquiera conociera las vocales.

Pasaba largos ratos en esa labor y finalmente agoté los cuadernos viejos disponibles. Entonces, mi mamá preocupada de que aprendiera a escribir todo al revés decidió llevarme a un jardín infantil, de nombre Santa Teresita, una especie de antiguo preescolar que hoy día ya tiene categoría de colegio.

2. DURANTE LA VIDA ESTUDIANTIL
El encuentro con el aprendizaje de la lectura de textos, su comprensión e interiorización junto con el de la escritura, fue un paso crucial de apertura en mi mente y a partir de ello pude acceder a mundos, mentes e ideas ajenas borrándose para siempre los límites para adquirir conocimiento.

2.1. Jardín
Que hermosos y gratificantes recuerdos tengo del jardín infantil, que increíblemente placentero sigue siendo en mi vida adulta recordar el deliciosísimo olor de mi cartuchera de lápices y colores en forma de cohete, el olor del borrador de nata, el pizarrón oscuro profundo que cobraba vida con las tizas de colores tan flacas en ese entonces, las escaleras de piedra y una casa que me parecía "para gigantes".

Ah! y el inolvidable momento de la lonchera que yo nunca me comía (era el consabido huevo cocido con el que mi mamá no fallaba) y sobre todo la matutina caminata formal y feliz que hacía de la mano de mi padre de las tres cuadras que separaban mi casa del jardín y luego la aparición variada de alguno de mis hermanos o hermanas encargados de turno para llevarme de vuelta a la casa, compañías cómplices con las que las pilatunas y maromas en las bardas eran posibles.

2.2. Primaria y Bachillerato
Con la experiencia de iniciación que ya tenía y los sentimientos favorables hacia la actividad de leer y hacia el escribir, se facilitó el formal inicio académico y transcurrió el proceso consiguiente sin mayores sobresaltos.

En la primaria leía con armonía y agrado y ganaba reconocimiento, siendo la alumna elegida como representante en concursos de lectura, eso reforzó el gusto y la confianza en hacerlo por el resto de mis días, aunque ya no fuera en voz alta.

Mas adelante, en el bachillerato me convertí en asidua usuaria de la biblioteca donde novelas policíacas, literatura clásica, selecciones y por encima de todo, las enciclopedias ilustradas, deleitaban mis ojos y mi mente. La vocación en el camino lector estaba clara ya, más no así su complementaria, la vocación escritora, que pareció desde un principio quedarse en rezagada posición.

2.3. Universidad
De esa manera me convertí en fanática lectora. Por consiguiente en la época universitaria, leer era ya un hábito regular y en medio de la lectura normal, continué también leyendo el mundo, sobre todo aquel que estaba fuera de mi alcance, a través de las fotografías y artículos de incontables revistas disponibles en la hemeroteca de la universidad Santo Tomás.

Aparecieron las primeras exigencias de la carrera que cursaba (Arquitectura) en el campo escritor, que se basaban en grandes y extensos escritos de investigación supeditados con estricto rigor a todas las normas metodológicas.

Cuando pasé a la praxis de la vida ejerciendo mi profesión ya egresada de la universidad, el hábito de la lectura sufrió "severos daños" y las distracciones y exigencias del mundo "afuera" me absorbieron, hasta el punto de que por varios años, mis lecturas se limitaron a temas ligeros y de ocasión. Ni hablar del poquísimo hábito escritor que quedó desafortunadamente asociado a metodología y aburrimiento.

3. AHORA
Abocada a una revisión de mi historia lectoescritora, es ahora que empiezo a notar al respecto, las falencias con gran claridad y descubro actividades ausentes en un proceso que tiene muchos componentes, donde la lectura no es única protagonista.

3.1. Contexto para el estudio de una Carrera a Distancia
Poco a poco, fui retomando el hábito de la lectura, enfocada ya a las materias coherentes a mi proyecto de vida. Podría decir que extraño tener todo el tiempo del mundo para leer "de todo y mucho más", pero también me doy cuenta que lo poco o mucho que ahora leo, es de una manera más profunda y consciente, más útil para mí y mi vida.

Actualmente, leo con puntual regularidad todas las noches, sin ser esto un acto de responsabilidad impuesta. Es más bien, un momento ansiado de descanso y placer en contraprestación al estrés diario que puede ocasionar un trabajo de jornada completa, las responsabilidades familiares y el estudio de una nueva carrera.

3.2. En medio del Reto
Por último, de repente hoy, en medio del desafío de una carrera a distancia, me toma desprevenida la urgente necesidad de mejorar, ampliar y modificar lo que alguna vez aprendí respecto a ser lectoescritora. Creo estar lista y dispuesta. Reconozco la utilidad que esta materia de taller de lenguaje tiene para la formación del ser en cualquier área y espero estar a la altura del reto.

CONCLUSION
Terminada la labor, con asombro observo la facilidad para escribir sobre aquello que conocemos totalmente. Teniendo un prejuicio respecto a escribir, aunque tensa, no del todo lo he hecho de sufrida manera y en algunos momentos reconozco haber tenido una divertida sensación. De todas maneras, he requerido un esfuerzo considerable, sobre todo en la búsqueda del momento para hacerlo y también en el cuidado de la redacción.

Por un lado termino y por otro lado comienzo. El futuro de mi actividad lectoescritora está por escribirse.

1 comentario:

PFC - ENSB dijo...

Por favor lea con mucha atención dos de los trabajos de sus compañeros. Exprese sus observaciones en relación con el contenido y la calidad de la redacción, justifique con argumentos académicos sus apreciaciones Luego si realice la autoevaluación cualitativa y cuantitativa de su trabajo.
German Chapeta
Tutor